Memoria|Blog de la 
El Lago de Tota es patrimonio natural público, a cargo de la Nación, es de todos y debemos respetarlo y protegerlo, esto es un deber constitucional de las personas y el Estado, máxime su función proveedora de agua para miles de personas.
Aquel argumento de una ocupación pequeña y generación de empleo, sería comparable a dejar que alguien ocupe de forma permanente un pequeño espacio de vía pública, para montar allí un negocio particular que dé empleo, con licencia de la autoridad, y permitirle además que bote y deje la basura en la vía, sin importar lo que esto cueste o signifique al resto de la sociedad, en todo aspecto.
Algo parecido ocurre en el Lago de Tota con esa actividad truchícola en jaulones flotantes. Completamente inaceptable, y censurable para quien lo hace y quien lo autoriza. No es verdad que en el resto del mundo sea una práctica aceptada; es justamente lo contrario (ver detalles), porque está comprobado a nivel internacional que la acuicultura en jaulones flotantes es insostenible, por ello la tendencia es hacia el cultivo en estanques.
Y en este sentido, el pasado 16.12.2011 la Fundación Montecito remitió carta al industrial piscícola TRUCHICOL (Sr. Ángel Munar), con copia a la empresa contratada por el Estado para el diagnóstico acuícola del Lago HIDRÓSFERA LTDA., y al subdirector de PESCA Y ACUICULTURA del INCODER Sr. Carlos Mosquera Arango, cuyo contenido se explica por sí solo:
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